ProYECTO PEDAGÓGICO
Educación emocional
La educación emocional es la capacidad del individuo para identificar su propio estado emocional y gestionarlo de forma adecuada. Esta habilidad repercute de forma muy positiva sobre las personas que la poseen, pues les permite entender y controlar sus impulsos, facilitando las relaciones comunicativas con los demás.
La inteligencia emocional es una forma de interactuar con el mundo que tiene muy en cuenta los sentimientos, y engloba habilidades tales como el control de los impulsos, la autoconciencia, la motivación, el entusiasmo, la perseverancia, la empatía y la agilidad mental. En la sociedad actual la capacidad de gestionar las emociones está adquiriendo un papel cada vez más protagonista. Dicha gestión pasa por la identificación y comprensión de las emociones y permite a su vez, que las relaciones interpersonales sean mejores, que tomemos mejores decisiones y que aprendamos mejor. No es una asignatura, es mucho más. Por ello, apostamos por una metodología y una cultura en la cual se habla de emociones, se escucha y se siente.
Durante el día a día, y a través de las rutinas, proporcionamos a los alumnos las herramientas necesarias para que sientan que están en un entorno emocionalmente sano. Donde se les escucha y se les ayuda a deshacerse de aquello que no les proporciona bienestar. La educación emocional progresiva desde Infantil a Secundaria, garantiza en nuestros alumnos, el conocimiento de su interior para saber gestionarlo.
Cada etapa tiene su propia rutina, pues madurativamente no es igual un niño de Infantil que de Primaria o Secundaria. Éstas están adaptadas siempre a las edades de los alumnos. A su vez, estas rutinas se dividen por ciclo y de esta manera, todas las necesidades de los alumnos están cubiertas independientemente que se encuentren en 5º de Primaria o en 2º de Primaria.
Las rutinas estrella en Infantil son: “La silla de las emociones” y “¿tú cómo te sentirías?” En ambas, los niños son capaces de expresar cómo se sienten, qué les preocupa, además de ser consciente de cómo se sienten sus compañeros.
En Primaria y en Secundaria, las rutinas se centran más en el “sí mismo” y a través de “Traga Penas” o “¿Qué llevo en mi mochila?” los alumnos pueden desprenderse de aquello que les hace daño o no les aporta ningún beneficio.